Ermita de San Pablo

Según la tradición, la ermita de San Pablo sería la más antigua de Ayerbe ya que se levantaría en recuerdo al lugar donde predicó San Pablo en su camino hacia Zaragoza.

La realidad es que no se sabe nada de la historia de esta ermita y su cofradía hasta 1618, gracias al Libro de Cuentas de la cofradía de San Pablo Apóstol, por lo que ambas se debían haber fundado con anterioridad. En 1807, a la ermita de San Pablo se unió la de Santa Bárbara por no poder costear sus gastos.

De la cofradía se sabe que se financiaban a través de limosnas y cuotas de los miembros de la cofradía y que sus componentes estaban obligados a asistir a la misa del día de la conversión de San Pablo.

Lo más relevante de su arquitectura es la fachada, situada a los pies, en cuya parte central se abre la puerta, en arco de medio punto y sobre ella un óculo circular, también en ladrillo. Rematando la fachada, en el vértice y los extremos del tejado, hay tres cruces de piedra.